lunes, 1 de septiembre de 2014

DIÉGESIS DE LUNES

Para poder revelarte antes los demás debes revelarte ante ti mismo. Quitar de ti todo prejuicio, toda mirada inquisidora del mundo y de ti, liberar tu mente de ataduras, de capturas que profanan la buena energía, retornar al camino de tu esencia siempre. Y entregar tu cuerpo y alma a tu labor. Para que te crean, debes creer en ti. Tomar la iniciativa. Ser el piloto de tu barco, dirigiendo tu embarcación a buenos puertos. A tu objetivo. Tu pasión. Y entregarte a la pasión de sentir cada instante cómo único, de manera de ser una antena que irradia energía. Y que puede percibir a los demás como un todo, y como cada uno. La mirada es, sin duda alguna, un punto de contacto con el universo del otro y con el propio. Con otros mundos, con otras miradas. Puede uno verse y no reflejarse. O verse y verse reflejado. La empatía es más cómoda. Hay que saber recibir la no empatía o elegir no hacerlo. Desarrolla tu vida y busca las herramientas que te permitan avanzar hacia tu plenitud. No te olvides de ser niño. Ni de soñar y de intentar todos los días eso a lo que no te atreves. Presta especial atención a tu intuición, trabaja duro, acuéstate pensando en las cosas que todavía no hiciste y en cuánto te falta aprender, en cómo ayudarse, y ayudar a los demás. Deseá el bien. Sé intenso y nada pasará desapercibido en tu vida. No te rindas. Pensá siempre en todas las alternativas, y los obstáculos serán entonces solo entretenimiento. No te pares. Continuá equivocándote pero siempre en algo distinto. No repitas. Informate. Experimentá. Hablá por tu propia experiencia, y no habrá más que el límite de tu imaginación. Probalo. Cambialo. Escribí tu propia historia. Se actor de profesión. Sé también actor en tu propia vida. Motiva a otros a que hagan lo que disfrutan hacer. Sé paciente. Deseá con ímpetu. Actuá con decisión. No esperés o delegues en los demás lo que vos mismo podés realizar ahora, y que puede cambiarte por el resto de tu vida. No te quejés. Pensá que las posibilidades son infinitas, y que quizá te falte algo por hacer. Nadie te representará nunca mejor que vos mismo. Se genuino, creativo, innovador, se vos mismo. Y nunca esperes o hagas las cosas esperando reciprocidad. Entonces tal vez algo imperceptible cambie a tu  alrededor.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué sentiste?