viernes, 1 de agosto de 2014

SUEÑO DE HOY Y MAÑANA

Hoy por la mañana desperté soñando tu cuerpo junto al mío. Los dos en la cama. Desnudos. Como el otro día, como hace unos días. Como aquellos días. Y no estabas pero estabas. Estábamos mirándonos profundamente. Tan metido en tu sonrisa, que era tan igual que la mía, que nos confundíamos las miradas. Yo tenía mi brazo izquierdo por debajo de tu cuello y seguía hasta acariciarte la espalda; mi mano derecha posada en tu cadera. La sonrisa intacta, hasta que nos da carcajada, y dejamos de pensar en nosotros mismos sin más pudor. Disfrutar de los cuerpos sin prejuicios. Algo que nunca ocurrió porque estaba soñándolo. Hasta que un día te hiciste real. Y charlamos y pasamos tiempo juntos, y vivimos. Hasta que me di cuenta que estaba loco de amor por ti. No puedo no soñar si no es contigo. Todo me remite a tu figura, más que nada a tu rostro, aquí recostado en esta cama de hospital enchufado a saber qué cosa para poder respirar, mientras tú me aplicas quizá una de mis últimas inyecciones sin poder moverme. Te deseo y te anhelo tanto cómo a mi muerte. El dolor del pecho no se va y me está consumiendo los huesos. No puedo dejar de sufrir. Y la morfina no hace efecto. Ya no sé qué prefiero, si amar o morir. O morir amando. O morir amándote. O amar muriendo. Respirar el oxígeno que me mata y me cura a la vez. Mañana cuando vengas te sorprenderé intentando decir te amo.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué sentiste?