lunes, 26 de mayo de 2014

HUBO UNA VEZ UN PAYASO



        Hubo una vez un gran payaso, que inspiró a otros payasos. A payasos que ya eran payasos y a otros que todavía no sabían que lo eran. Buscaba la fórmula y el espectáculo que le permitiera provocar en sí mismo y en los demás la carcajada más poderosa, y el llanto más conmovedor. Buscaba la sonrisa eterna, el cambio y la sensación más profunda.
Y hubo un día en el que jugando su propia muerte, murió realmente.
Su cuerpo se contorsionaba y hacía muescas mientras la gente reía tanto que sentía dolores de estómago tan fuertes, como el payaso en su corazón. Y tomándoselo con ambas manos por última vez, le dedicó al público su último espectáculo.
Algunos dicen que hoy día ese payaso todavía sigue vivo y está en cada uno de nosotros. 



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué sentiste?